La Gran Obra: paralelismos entre sufismo y taoísmo (II)

Cobijándose tras un prudente pudor, los tratados orientales describieron una arcana ciencia que velaba sus enseñanzas reseñando un metal extraño y volátil al que denominaron mercurio, que se distinguía del plomo, sólo cuando éste abandonaba la vasija filosofal y se derramaba imprudentemente; cualquier ojo entrenado lograría tras una lectura atenta asociar con rapidez al húmedo radical alquímico, tratándose del ens-seminis, y su distinción de la fuerza generativa, aquella que coincide con el potencial energético jing —uno de los Tres Tesoros Sagrados del daoísmo,— y que merma al derramarse en la tierra, durante cualquier mundana ebullición del destilado precioso.

Utilizamos la palabra destilado, pues es a través de la explicación que nos brinda el sufismo sobre el procesamiento sutil de los alimentos, que podemos comprender el mecanismo del refinamiento de los hidrógenos encerrados tras la digestión de las vituallas materiales. Las enseñanzas taoístas toman como punto de partida al erario orgánico del jing —la elan vitae de Henri Bergson y el orgón de Wilhelm Reich,— pero sin embargo, sin la elucidación sufista, careceríamos de la clarificación del proceso con que nuestro organismo confecciona los vitales hidrógenos sutiles.(1) Debemos agradecer al matemático ruso Piotr D. Ouspensky (en ruso: Пётр Успе́нский) la claridad con que resumió las enseñanzas de su mentor, nuestro prestigioso calvo enmostachado, George I. Gurdjieff (en armenio: Գեորգի Գյուրջիև), quien más tarde las expuso, bajo un ornamentado glosario de arduos términos, en su libro Relatos de Belcebú a su Nieto.

Para lograr la conexión entre ambas explicaciones creemos beneficioso que se tenga en mente algunos conceptos y axiomas que El Cuarto Camino da por sentado: anteriormente vimos que tras el rebuscado término harnelmiatznel, se escondía algo tan simple como “lo que está arriba se conecta con lo que está abajo y se une en el medio,” y matemáticamente correspondería a la media ponderada, siendo el concepto central para entender el trasfondo alquímico que juega el Alkahest, es decir, el segundo elemento eseral. Otro concepto clave es el de stopinder o intervalo, esto es una fase a la que se arriba a través del uso de determinada energía, pero para superarla, se requiere de otra distinta, más concentrada y proveniente del exterior del organismo, y que puede provocar y desencadenar un shock emocional al ser aplicada en un punto clave: un mdnel-in. También nos toparemos con las famosas octavas musicales del heptaparaparshinock, es decir, la Ley de Siete que se representa con las notas musicales y todo aspirante a la Obra debería conectar sin demasiadas dificultades con los respectivos regímenes de la Piedra Cúbica;(2) el notable maestro Fulcanelli nos recuerda asociar la alquimia con el arte de la música en una nota del cap. Louis D’Estissac de Las Moradas Filosofales:
No es raro encontrar en los textos medievales la alquimia calificada de arte de música. Esta denominación motiva la efigie de los dos músicos que se advierten entre los balaustres que terminan el piso superior de la casa de la Salamandra de Lisieux. Los hemos visto igualmente reproducidos en la casa de Adán y Eva, en Le Mans, y podemos hallarlos otra vez, tanto en la catedral de Amiens (reyes músicos de la galería alta), como en la residencia de los condes de Champaña, llamada comúnmente maison des musiciens, en Reims. En las hermosas láminas que ilustran el Amphitheatrum Sapientiæ Aeternæ, de Enrique Khunrath (1610), hay una que representa el interior de un suntuoso laboratorio. En medio, hay una mesa cubierta de instrumentos de música y de partituras. El griego μουσικός procede de μούσες: musa, palabra derivada de μύθος: fábula, apólogo, alegoría, que significa también el espíritu: el sentido oculto de una narración.
Por último, las tres fuerzas subyacentes dentro del microcosmos humano siendo las mismas que operan en todo el macrocosmos: creación, destrucción y sostenimiento —descritas como Carbono, Oxígeno y Nitrógeno— (3) y que en las Sesiones Cassiopaea se adivinan respectivamente como las orientaciones STA, STS y STO, con una conexión directa con la Santísima Trinidad cristiana:
Los dos axiomas subyacentes en la realidad son la Ley de las Tres Fuerzas y la Ley de las Octavas. Todo fenómeno en el Universo es, inevitablemente, la manifestación de tres fuerzas; y cada proceso tiene lugar de acuerdo a una estructura simbolizada por la escala musical de siete tonos, con escalones tanto ascendentes como descendentes y con rellanos, o intervalos, en los que se requiere del desarrollo de una fuerza especial para atravesarlos.
Este sistema enseña que todo en el universo es material —con lo cual también se puede sostener que es totalmente espiritual,— incluso los “quantos,” como el pensamiento y la emoción, que no se acostumbra a considerar como tales. Sin embargo, la importancia relativa de la sustancia varía mucho de acuerdo con la Escala de los Hidrógenos. Toda la materia consiste en vibraciones, y la densidad de la materia se encuentra en proporción inversa a su frecuencia vibratoria; usando los términos de las canalizaciones Cassiopaea: cuanto más sutil la materia, más alto su FRV. Aunque la bibliografía no lo precisa puntualmente, resulta útil asociar el refinamiento superior o H1 con la Gravedad, esto es, la materia irreductible, última e indivisa que penetra todas las demás densidades materiales, cuyo dinamismo inherente es el Pensamiento, y que correspondería a la Séptima Densidad o Tao. H1 se asocia con sí misma —en términos de la Kabbalah, el Absoluto se condiciona a sí mismo para manifestarse— desarrollando todas las demás materias densas:

NivelGurdjieffOuspenskyObservaciones
AbsolutoH1-Gravedad (materia sometida a una única ley)
EspiritualH3-
EspiritualH6-
EspiritualH12(¿h3?)(¿shen?)
EtéricoH24h6Impresiones de nivel sutil (qi)
EtéricoH48h12Impresiones intermedias superiores (jing)
EtéricoH96h24Impresiones intermedias inferiores (jing)
EtéricoH192h48Impresiones inferiores (¿enzimas?)
FísicoH384h96Fuego (¿adenosín trifosfato?)
FísicoH768h192Aire
FísicoH1536h384Agua
FísicoH3072h768Alimento
FísicoH6144h1536Madera
BasamentoH12288h3072Metales/minerales
Tabla comparativa de hidrógenos: entre Gurdjieff y Ouspensky hay 2 niveles de diferencia
(los niveles superiores a H24 (h6) no son claramente especificados en la bibliografía)

Asimismo, el modelo de realidad sufista propone la extensión de la cadena trófica, descartando la visión antropocéntrica y considerando al ser humano como un mero eslabón intermedio. No profundizaremos excesivamente en el proceso digestivo del harnelmiatznel mecánico, proponiendo un resumen drástico al decir que h768 requiere de tres octavas en h192 y una de h48 para mecánicamente alcanzar el destilado h12.(4) Como se desprende de la tabla previa, esta clase de hidrógenos son impresiones que resultan de alimento para el centro psíquico superior, aunque resulta también un caldo suculento para otras entidades. Curiosamente, se puede asociar fácilmente con las afirmaciones de Robert Monroe sobre la DLP (distilled loosh producers) formula, aquella que se obtiene a partir del sufrimiento de las unidades terrestres 4M (type 4M units), diseñadas por los Antiguos Sembradores para su propia siega energética de la Granja Antropecuaria, y en directa relación a la advertencia chamánica expuesta en los libros de Carlos Castaneda:
La revolución de los chamanes es que se rehúsan a honrar acuerdos en los que no han participado. Nadie me preguntó si consentía ser comido por seres de otra clase de conciencia. Mis padres me trajeron a este mundo para ser comida, sin más, como lo fueron ellos; fin de la historia.
El sufismo: el camino
esotérico del Islam
El destilado h12, la energía jing del daoísmo, es un suministro precioso tanto para el propio organismo como para los eslabones siguientes de la cadena alimenticia. Sin embargo, es un compuesto perecedero: no es recomendable que se atesore sin previa sublimación durante un período prolongado pues llega a atraer entidades parasitarias (el concepto budista de fantasmas hambrientos es apropiado en este caso) y es un foco potencial para disturbios poltergeist; esto explica la conexión de fenómenos anómalos que rodean las hagiografías de aspirantes cristianos a la santidad al considerar que el proceso de harnelmiatznel sólo avanza mecánicamente hasta cierta etapa del refinamiento vibratorio; es necesario aplicar concientemente mdnel-in adicionales con el fin de trascender el respectivo stopinder energético. Pero aun sublimando el jing y atesorándolo como qi, sigue existiendo el riesgo de disminuirlo o perderlo a través de las emociones negativas:
P. ¿Cuál es la relación entre si 12, mi 12 y sol 12?
R.
[...] puedo decir que mi 12 se refiere al centro emocional, sol 12 al centro instintivo, y si 12 al centro sexual. Sólo podemos trabajar sobre mi 12. Tenemos demasiado poco si 12, y sol 12 pasa a mayor altura a una pequeñísima cantidad de h6 que, aunque es tan pequeña, mantiene vivos los centros superiores. [...] El estudio de los hidrógenos y su relación de uno con otro nos ayuda también a entender los centros y sus diferentes velocidades. El centro intelectual trabaja con h48; los centros motor e instintivo, con h24; el centro emocional ha de trabajar con h12, pero jamás recibe el combustible correcto y jamás trabaja como debería. Si pudiéramos hacerlo trabajar más rápido, eso constituiría una gran diferencia para nuestras percepciones y nuestras facultades.
P. ¿Cuál es la característica de
mi 12? ¿Cómo reconocerla?
R. Como ya lo expliqué, es la energía detrás de las emociones negativas. Esto no significa que todas las emociones negativas lleguen a la intensidad de h12, pero pueden alcanzarla, y las emociones negativas incendian a mi 12.
A primera vista, podemos concluir por la respuesta de Ouspensky que no estaba seguro del procedimiento de atesoramiento o sublimación del destilado si h12, y es claro que comprendía que en la sociedad occidental era un bien escaso. No obstante, es evidente, a través del siguiente pasaje de Fragmentos de una Enseñanza Desconocida, que Gurdjieff comprendía claramente el procedimiento de acopio y cultivo del qi para la formación del embrión áureo:
Traten de comprender lo que quiero decir. La mecanicidad es particularmente peligrosa cuando la gente no la quiere tomar por lo que es y trata de explicarla como otra cosa. Cuando el sexo es claramente consciente de sí mismo, cuando no se refugia detrás de pretextos, ya no se trata de la mecanicidad de la cual hablo. Por el contrario, el sexo que existe por sí solo y que no depende de otra cosa ya es un gran logro. Pero ¡el mal estriba en esta mentira perpetua a sí mismo!

—¿Y a qué conclusión llega usted? preguntó alguien. ¿Debemos dejar las cosas así, o cambiarlas?

G. sonrió. —Esto es lo que siempre se pregunta. Cualquiera sea el asunto de que se habla, la gente pregunta: «¿Es admisible que sea así? y ¿no se puede cambiar este estado de cosas?» ¡Como si fuera posible cambiar cualquier cosa, o hacer cualquier cosa! Ustedes al menos ya deberían haber visto la ingenuidad de tales preguntas. Fuerzas cósmicas han creado esta situación y fuerzas cósmicas la rigen. Y ustedes preguntan: ¿debemos dejar las cosas así o cambiarlas? ¡Vamos! Dios mismo no podría cambiar nada. ¿Se acuerdan de lo que se ha dicho sobre las cuarenta y ocho leyes? Éstas no se pueden cambiar, pero uno puede librarse de un gran número de ellas, quiero decir que hay una posibilidad de cambiar el estado de las cosas para uno mismo. Se puede escapar de la ley general, pero la ley general no puede ser cambiada ni en este ni en ningún otro. Pero un hombre puede cambiar su propia situación respecto a esta ley: puede escapar de ella. Tanto más cuanto que la ley de la cual hablo, es decir el poder del sexo sobre la gente, ofrece muy diversas posibilidades.
El sexo es la principal razón de nuestra esclavitud, pero también nuestra principal posibilidad de liberación. El «nuevo nacimiento» del cual hemos hablado depende tanto de la energía sexual como el nacimiento físico y la propagación de la especie. El si h12 es el hidrógeno que representa el producto final de la transformación del alimento en el organismo humano. Es la materia a partir de la cual el sexo trabaja y produce. Es la «semilla» o el «fruto.» [...] la posibilidad de crear una nueva vida dentro del organismo donde si h12 ha sido elaborado, pero esta vez sin la unión de los dos principios masculino y femenino. Desde entonces una nueva octava se desarrolla dentro del organismo y no afuera. Es el nacimiento del «cuerpo astral.» Deben comprender que el «cuerpo astral» nace de la misma manera que el cuerpo físico. Sólo difiere el proceso. El cuerpo físico entero en todas sus células es penetrado por así decirlo, por las emanaciones de la materia si h12. Y cuando la saturación ha llegado a un grado suficiente, la materia si h12 comienza a cristalizarse. La cristalización de esta materia equivale a la formación del «cuerpo astral.» El pasaje de la materia si h12 al estado de emanaciones, y la saturación gradual de todo el organismo por estas emanaciones, es lo que la Alquimia llama transformación o «transmutación.» Es justamente esta transformación del cuerpo físico en cuerpo astral lo que la Alquimia llama la transformación de lo grosero en sutil o la transmutación de metales viles en oro.
La conexión con el cristianismo es bastante evidente: esta “nueva octava que se desarrolla dentro del organismo,” es el famoso “Hijo del Hombre” o, en términos alquímicos, el “andrógino” o “rebis filosofal.” Desprendiendo el polvo del dogma eclesiástico de nuestras cansadas gafas y leyendo ahora con ojos más despiertos, el evangelio (del griego: εὐ, «buen», y -αγγέλιον «mensaje») realmente promulga una Buena Nueva (Juan 3:3-7):
Respondió Jesús y le dijo: “de cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.” Nicodemo le dijo: “¿cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?” Respondió Jesús: “de cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de Agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: os es necesario nacer de nuevo.”
En efecto, el filius philosophorum nace del “Agua” y del “Espíritu,” es decir, desde nuestro mercurio y del ubicuo Alkahest. El mercurio de los sabios, el componente sutil que se extrae desde el húmedo radical, el legendario Azoth de los alquimistas, es el elemento clave que, a través de las bodas químicas junto al pervasivo segundo elemento eseral, da inicio al proceso moroso que en el daoísmo encontramos como el nei-dan, y que la alquimia occidental ha caratulado como la agricultura celeste, pues desde el centro terrestre del organismo se pretende arrancar de su ganga arsenical al tesoro hermético para conducirlo en su órbita microcósmica hacia la bóveda celestial, en un principio, a tráves de aquellas columnas gemelas que marcan la entrada del templo sagrado. Apiano León de Valiente en Las Cuatro Alas del Mercurio lo resume con elegancia:
La mercurización de cada individuo es lenta y en ocasiones, debe vencer segmentos oscurecidos que ocasionan al aprendiz enormes pérdidas de energía y dificultan la consecución de las acciones del trabajo alquímico. El mismo discípulo, con su inexperiencia, hace aún más lento este proceso, pues el avance de hoy lo dilapida en los errores de mañana. De no ser así, la Alquimia tendría efectos rápidos. Los Adeptos que conocen esta tarea, atestiguan lo difícil que es practicar este Arte Real. Ello porque puede transcurrir un largo período sin que se manifiesten los efectos deseados, puesto que el Alkahest trabaja imperceptiblemente en la limpieza de las heces contenidas en la Piedra. Durante ese lapso el cuerpo es acosado y agitado por la tenebrosidad. Evidencia persistentes alteraciones y retrocesos (aparentes) motivados por la tenaz resistencia que oponen los sectores oscuros de su cuerpo a la filtración y penetración de la Luz que invade sus dominios.
Es importante destacar que la Iluminación es tan sólo el paso que despeja las tinieblas del Nigredo; pero es requerida la Piedra de tercer orden, libre al fin de toda mácula, para obtener la oriflama tripartita: la Piedra Filosofal a través de la cual el adepto puede prever todo lo que es capaz de amenazar su existencia: las enfermedades, los accidentes y, sobre todo, la violencia criminal. El filósofo que no ha triunfado, por muy cerca de la meta que se encuentre, aun no se encuentra exonerado de la Rueda de la Fortuna ni de sus Cisnes Negros. (5)

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(1) Es muy probable que los maestros taoístas ya estuviesen al tanto, con otros términos, de la digestión de los alimentos y la formación de los hidrógenos sutiles; en el Tratado de Alquimia y Medicina Taoísta (Weisheng Shenglixue mingzhi, en chino: 衛生生理學明指) editado por Catherine Despeux, citamos de la sección Sublimación de la Esencia, el final del capítulo La Esencia del Cielo Posterior surgida de los Cinco Cereales:
La esencia surgida de la transformación de los cien sabores y de los cinco cereales absorbidos cada día, entra en el esófago, pasa por el diafragma, penetra en el estómago por el cardias. Aquí, los alimentos son triturados, mezclados, digeridos, y se convierten en una papilla que entra por el píloro en el duodeno, que está provisto de músculos que se dilatan y se contraen. Por encima se encuentra un canal pequeño que absorbe los jugos digestivos y se separan en dos canales pequeños que se unen a las venas.

La saliva llega a la boca por debajo de la lengua, a través de dos canales salivares situados a la izquierda y a la derecha. El de la izquierda es llamado el Pozo de Oro, el de la derecha Manantial de Piedras. La saliva surgida de la raíz de la lengua es tragada y cae en el Campo del Cinabrio; en este momento se la llama “caldo de jade.” Cuando hay verdaderamente retorno de la esencia verdadera y reparación del cerebro, se llama “licor de oro,” así como si se ha practicado la fundición del cuerpo. Cuando este licor es situado en la punta de la lengua, la cual hay que girar y pegar al paladar, es tragado y penetra en la vena del Canal de Función donde se transforma en esencia Yin. Cuando la saliva y el licor están en el cuerpo, lo riegan por todas partes, penetran en la parte izquierda del corazón, donde son transformadas en sangre, salen del corazón por arriba y circulan por las arterias y las venas. De esta manera, la sangre y los humores circulan por todo el cuerpo. En un día circulan 3.600 veces, después la sangre penetra de nuevo en la arteria del Canal de Función y desciende hasta su extremidad, situada a un pulgar tres por debajo del ombligo, a siete décimas de la parte anterior del cuerpo y a tres décimas de la parte posterior del cuerpo. Ahí, justo en el medio, se encuentra una cavidad, un canal pequeño, cuya sangre desaparece progresivamente para ser reemplazada por humores de un blanco gris.

Esta es la llamada esencia Yin o más popularmente “Agua de la Lujuria.” Esta esencia no contiene aún espermatozoides. Es blanca gris, transparente como el cristal y pegajosa. Si esta esencia se encuentra en el Canal de Función, se experimenta sensaciones extrañas, malestar y una cierta perturbación que molestan a ese soberano que es el Espíritu. Muchos hombres y mujeres han sufrido este mal. A causa de la hinchazón de esta arteria, las mujeres pierden todo control y se entregan a actos viles. Los hombres entierran sus vidas y desean la muerte a causa de la hinchazón de esta arteria. El órgano macho entra en erección desde el momento en el que esta arteria se dilata. Este fenómeno es designado en los libros de alquimia con el vocablo “período del Zi vivo.” En este momento hay que actuar rápidamente para sublimar la esencia Yin de los cinco cereales, y transformarla en esencia Yang, contenedora de espermatozoides, después hay que entrenarse a hacer retornar la esencia para reparar el cerebro.
Si nuestra investigación es precisa, la saliva cumple el papel de neurotransmisor, comunicando y sincronizando al cerebro inferior con el superior, durante el proceso de sublimación; quizá se puede relacionar indirectamente con “el agua de vida que no moja las manos,” de la que nos habla el alquimista Alexander Sethon, el Cosmopolita.


(2) Los siete regímenes del fuego de los filósofos son una velada anagogía al tallado de la famosa piedra cúbica, pues tiene seis caras o fases, correspondientes a los seis chackras que debe rectificar. La bibliografía alquímica puede desorientar al neófito pues nunca habla del primer régimen del mercurio de los sabios, que comienza en el centro más bajo y burdo, el chackra raíz Múládhára, y sólo examina los subsiguientes. Puede ser enriquecedor para el aspirante consultar la obra de Friedrich Von Licht quien en El Fuego Secreto disipa ciertos velos interpuestos por el maestro del arte Fulcanelli:
La paciencia (pax scientia = paz ciencia) o ciencia de la paz, espíritu que debe animar toda la Obra, pues el proceso alquímico como todo proceso natural no avanza a saltos, bruscamente, sino que tiene que ser acabado suave y paulatinamente, pacíficamente, paso a paso y sin omitir ninguna de las etapas requeridas. El paso de la Kundalini, a través de los siete chakras, también es el tema que encierra el tallado de la piedra cúbica:
"(...) Esta piedra cúbica que la industriosa Naturaleza engendra solo del Agua, materia universal del peripatetismo, y de la que el Arte debe tallar las seis caras según las reglas de la geometría oculta.” [Las Moradas Filosofales, cap. El Maravilloso Grimorio del Castillo de Dampierre, IV sección, 1° serie, 5° artesón]
(3) También las tres formas del hinduismo o Trimurti (en sánscrito: त्रिमूर्तिः): Brahma, Shiva y Vishnu; en el libro El Poder Serpentino, John Woodroffe, quien más tarde adoptó el alias de Arthur Avalon, cita del Káliká-Purána: “Ella tiene tres ángulos (en el Yoní triangular) al igual que tres círculos (los tres Bindus), y su Bhúpura tiene tres líneas. Se dice que su Mantra es de tres sílabas, y Ella tiene tres aspectos. La energía de la Kundalíní es también triple, a fin de que pueda crear los tres Dioses (Brahmá, Visnú y Rudra). Así, puesto que Ella, la energía suprema es triple por doquier, se llama Tripurasundarí.” Intente conectarse estas tres fuerzas o formas (en términos cassiopaeanos, su FRV o frecuencia vibratoria) de la energía Kundalini con los colores de la Obra: Negro, Blanco y Rojo.

(4) El proceso de digestión está explicado en el cap. IX de El Cuarto Camino; la conexión con el Pranayama es sutil pero explícita:
Si sabemos cómo traer al Carbono 12 al lugar correcto y si podemos realizar el esfuerzo necesario, el desarrollo del aire y de las octavas de las impresiones va más allá. La segunda etapa muestra qué sucede cuando se ha dado el choque correcto. Do 48 de la octava de las impresiones se transforma en re 24 y mi 12. La octava del aire recibe un choque de la octava de las impresiones, y mi 48 se transforma en fa 24, sol 12 e incluso una pequeña cantidad de la 6. Deben entender qué el aire está saturado de hidrógenos superiores que, en ciertos casos, puede ser retenido por el organismo en el proceso respiratorio. Pero la cantidad de hidrógenos superiores que podemos obtener del aire es muy pequeña. Esta etapa representa el trabajo de la máquina humana con un choque mecánico y un choque consciente.
(5) La teoría del cisne negro del matemático libanés Nassim Taleb es un respaldo académico a los conspiranoicos sincronismos negativos de la ufología moderna: se trata de un suceso improbable, con consecuencias significativas y todas las explicaciones que se puedan ofrecer a posteriori no tienen en cuenta el marcado azar del suceso y no hay justificación estadística para su emergencia.